viernes, 12 de mayo de 2017

Sola.


cogido de la red


Sombría la tarde,
los sauces lloraban
que triste venía,
la noche asomaba.

Pasaba otro día,
con su atonía, 
el reloj marcaba,
más horas dormidas.


Qué fue del aquel tiempo,
de alegre sonrisas
de días dorados, 
de cielos sin lluvias
donde no sobró un minuto, 
faltaban las horas.
Dónde los gritos,
 de la chiquillería?.

Ya todo es silencio,
se asoma a la puerta
se vuelve y la cierra,
nadie había llamado,
solo era sospecha.

Habrá sido el viento, 
que atiza con fuerza,
se sienta de nuevo, 
a consumir su historia,
 Maricarmen.