viernes, 22 de abril de 2016

Y éramos felices.



Hoy no se si  sera porque el cielo es muy gris y la lluvia forma una cortina de obscuridad en mi ventana, la cuestión es me ha embargado la melancolía y me ha llevado a tiempos lejanos; a tiempos donde me han invadido recuerdos de la infancia. retazo de sensaciones e imágenes pasan por mi cerebro, Aquel café migaito con pan que nos daba mi madre cada mañana antes de ir a la escuela, siempre en aquella mesa camilla donde casi solo se veían los ojitos de mis hermanos más pequeños. Aquellas calles sin asfaltar, donde en el invierno era un auténtico barrizal. Aquellas botas katiusca que en mi caso me llegaban a las rodillas jeje. Me encantaba aquellos zancos que fabricaban mis hermanos de palos y que tanto disfrutamos en aquellos charcos o lagunas que se formaban en las calles. Nuestras pelotas de jugar las fabricábamos haciendo tiras de goma de la cámara de la rueda de la bicicleta que ya de tantos parches era imposible utilizarlas y éramos tan felices.Siempre tengo en mis retinas la imagen de mi madre cosiendo, y mi cabeza también la recuerda porque sufrió los golpes de su dedal jajaja cuando me portaba mal, claro, que fueron muchas veces. Ella cosía y cosía, incluso de madrugada, sobretodo cuando iba a llegar la feria para que estuviéramos todos guapos y aseados, como solo éramos once , púes imaginaos las puntadas que no daría. Y me encanta las tardes de pleno invierno cuando llegaban mi padre y hermanos mayores del campo y nos colocábamos todos en la gran mesa y sacaba mi madre el plato con los chorizos, salchichón etc, umm es que me viene el aroma de aquellos instantes, el chocolate lo catábamos de tarde en tarde, es lo que nos tocó vivir y aún así éramos felices,  fueron momentos maravillosos. estábamos todos y cuando no se le ocurría una trastada a uno, se le ocurría a otro;eso sí, mi padre ejercía su autoridad jejeje y menos mal si no cualquiera nos gobernaba, Me encantaba cuando mi padre nos entretenía contando adivinanza y acertijos. Había uno en paticular que decía: En la chimenea hay un mico que los dientes me enseñó, los dientes del mico, mico, del mico  los dientes ño. Mi padre siempre decía que lo dijera yo porque el final mío era: los dientes del mi coño jaja, no había medio a decirlo bien, Aquella casa llena de mayores y pequeño porque además de los once hermanos, mi madre y mi padre, estaba mi abuelo y mi tío y hubo un tiempo que también estuvo "la chacha", la tía de mi madre que era la que nos lababa y era tan límpia, tan limpia que nos refregaba con una esponja que salía de una planta, nos refregaba tanto que casi nos dejaba sin piel jaja nos dejaba rojos, rojos y éramos felices, tampoco conocíamos otra cosa. Qué tiempos aquellos. Maricarmen.


miércoles, 6 de abril de 2016

Volverán mis ojos





Volverán mis ojos a ser

testigos de mañanas placenteras,
de lluvias suave que solo bañen
las verdes  praderas?.


Volverán a correr sus  lágrimas por

 mi rostro de sonrisa plácida,
 vislumbrando  primaveras que
hagan crecer mi esperanza.?


Volverá el cielo a teñirse de

azules claros y malvas y no
de negros y grises que atenazan
mis entrañas.?


Volveré a sentir que las manos

que nos guardan, sean manos
que no asfixia, sino manos
que  amparan.?


Volveré a poder creer que aquello

de las dos España
quedó donde Machado, sintió
clavada en el alma,
una por ser poderosa,  a  la
otra  por  desgarrada?. Maricarmen.