Soñé
Dejé la tristeza atrás
la magia de sus ojos
me abrió senderos indescriptibles.
Sacié mi sed en sus labios
de aguas dulces, aletearon
mis mariposas en bosques
de plácida calma.
Sus manos me transportaron
por orillas de ríos bravos, agitando
sus aguas entre montañas
volcánicas,
Y el cielo rompió en lluvia de
estrellas mágicas que
bañaron nuestra piel hasta
que sin más nos abrazó el alba. Maricarmen.