sábado, 20 de abril de 2024

Parece que nunca ocurrió.

cogido de le red

Desde mi ventana o desde mi balcón,
cada mañana me saluda el sol´
Y allí en un rinconcito,
espera el gorrión
Come de mi mano,
 migajas con pasión y
yo me asombro,
de su ritmo volador.
 Después emprende el vuelo,
hacia el bosque de los sueños,
sin dejarme, ni un adiós.
Desde mi ventana o desde mi balcón,
veo la lluvia que cae,
con su cansina canción.
Cómo brilla el asfalto,
qué limpia la atmósfera!
sin nada de contaminación.
Desde mi ventana o desde mi balcón
veo pasar un zorrillo
correteando sin pudor,
una señora pata,
 con sus patitos alrededor.
Y una cigueña, que llevaba
 una rama en su pico y
 desde mi ventana ví
como preparaba su nido.
Qué bonita la cigueña!
qué ilusión me hizo.
En mi ventana o en mi balcón
veo brillar las estrellas y
a la luna nueva que me hace
guiños de amor, y yo sonrío,
esperando, un mundo mejor.
Desde mi ventana o desde mi balcón
veo ambulancias pitando,
a toda velocidad, enfermeras y médicos
corriendo y sin parar.
Batas blancas y pasillos
llenos de vidas que se van.
 otra, maltrechas, resisten, a marchar.
Y desde mi ventana o desde mi balcón,
cada noche a las ocho,
todo los días , a las ocho,
se escucha la canción: "Resistiré"
y una ovación me conmueve
y me consuela el corazón.

 Mari Carmen Ramos.



5 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Mari Carmen, tu poema es una preciosidad, está lleno de ternura de luz y de gratitud. Me recuerda los momentos vividos dentro de casa con la pandemia. Tu espíritu se eleva, vuela como los pájaros y nos llena de esperanza a todos.
Mi felicitación y mi abrazo entrañable por tu buen hacer.
Felices días de abril, amiga.

Kasioles dijo...

Yo estoy convencida que durante ese periodo de encierro forzoso, lo único que nos quedaba era observar lo que podíamos ver tras los cristales de nuestras ventanas.
En bello poema lo has descrito.
Cariños.
kasioles

Entre palmeras... dijo...

Hola Mari Carmen, tu poema me lleva a esa etapa de pandemia que todos vivimos, en un tiempo fuimos uno con el mismo dolor, la misma pena, la misma añoranza y una canción que se alzaba en el silencio de la noche, siempre pensé el mundo se enfrentaría a la decisión más difícil y hermosa, volver a un mundo donde la bondad y el amor fuera reflejo de nuestros actos para borrar todo lo que nos pudiese dividir y separar como seres humanos, me temo no ha sido así.
A pesar de todo, quedan los que escuchamos el canto de las aves, los que extienden sus manos y sus brazos al amor, los que a pesar de todas las dificultades cantamos RESISTIRE, porque en el alma llevan la fuerza más bella, el amor.

Cuídate mucho, no te olvido
Besitos y para la familia

Cuando puedas busca en mi blog el post INCERTIDUMBRE, precisamente lo escribí en pandemia

lichazul dijo...

Felicidades por tu poema
Todos los sobrevivimos al COVID hemos recomenzado
Saludos 💐☺️

Rosana Martí dijo...

Desde una ventana se ve la vida de otra manera. Yo tuve que salir a la calle en la pandemia y la sensación fue de un desastre total, no se veía a nadie por la calle, una soledad extrema. Me considero una superviviente y afortunada por ello.
Un abrazo!!