Maldita guerra
Qué terror de vida!
que corazón tan negro
puede matar trescientos niños.
. Oh sangre inocente!.
Que mal hiciste.
Nacer en tierra hostil donde,
cerebros crueles deciden por ti.
Quien tiene derecho a cortar
tus alas, a apagar tu voz,
tu risa inocente.
qué locura siembra
tanta destrucción
Yo denuncio,
con mi poema tanto
horror innecesario,
nadie tiene derecho
por ambición territorial
cometer genocidio,
nada justifica tanta crueldad.
El corazón se me desangra
por tanta impunidad.
Una llamada de socorro
ahoga mi garganta|
alguien deberá escuchar,
tanto dolor y tanto crimen,
es imposible de soportar.
Mari Carmen Ramos Silva.|