al despuntar el día y
mis manos te buscan, entre
sábanas frías.
Rezuma amargura mi alma,
sabiendo que ya no estás,
pero levanto mi alas
y vuelvo a remontar,
no voy a pedir limosna
por ese amor que me robes,
aunque aturda la razón,
aunque tú, amor, me ignores.
Seré llovizna para borrar
tus huellas, de ese
camino angosto, donde
solo encontré piedras,
donde solo hubo lodo.
Se que no será fácil
olvidarme de tus caricias,
ni de tus besos, ni tu alegre sonrisa.
sin embargo amor quiero que sepas
y se te quede en la memoria que
aunque hoy me sienta triste,
mañana serás historia
porque no hay amor que perdure,
si no se le alimenta,
tú cogiste la esquina,
yo, cerré la puerta.
Me iré a buscar otros sueños
en el crucero de la vida donde
la tristeza se aleje y se acerque
la alegría.
Mari Carmen Ramos Silva.
4 comentarios:
Un bello poema lleno de esperanza y ánimo de seguir adelante.
Cariños.
kasioles
Hola, M. Carmen, nos dejas un amoroso y bonito poema, colmado de luces y sombras, y muy sentido, donde refleja la sensibilidad humana, a veces no salen las cosas como queremos o como nos gustaría que fueran, pero mejor dejar ir cuando no vale la pena, quizá salgas ganado mucho.
Te dejo un fraterno abrazo con mis mejores deseos.
Feliz verano.
aventurarse cada día es lo que nos salva de lo gris y plano
buena jornada :)
Un poema escrito con cierta tristeza, pero con mucha madurez...El tiempo todo lo pone en su lugar y la vida nos trae nuevas sorpresas y experiencias, que dan sentido a la vida y a la alegría, amiga...Vengo un poco tarde, se me pasó tu post. Pero nunca es tarde, si la dicha es buena y aquí estoy para valorar tu palabra y tu buen arte.
Mi abrazo entrañable y feliz mes de mayo M. Carmen.
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